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Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

Día Internacional de Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos

Cerrar el círculo con la Pachamama – Madre Tierra aprovechando los residuos vegetales valorizados de la producción agrícola.

Camila Contreras Carmona   &     Leonardo Figueroa Tagle

       Universidad de Tarapacá          LEO-Scientific Advisor EIRL

El mercado agrícola abastecedor de la ciudad de Arica hoy en día actúa como gestor de pérdida económica y ambiental por la desvalorización de residuos vegetales. La comercialización al detalle de  vegetales frescos, genera a diario una fracción residual no valorizada, material que levemente alterado en su grado de frescura y no necesariamente deteriorado, se destina como residuo inservible al término de cada día al vertedero municipal, exceptuando la muy pequeña porción que es recogida por personas inteligentes que le sacan un provecho como alimento tanto para humanos como para animales, generando un valor agregado valioso al desecho de alimentos frescos desde varias perspectivas, incluyendo la tendencia real de minimizar la pérdida y el desperdicio de alimentos. Un trabajo experimental de valorización del desperdicio referido permitió obtener evidencia acerca de la dimensión de la pérdida de nutrientes propios de la composición química global y de nutrientes minerales específicos a través del líquido que exuda y drena naturalmente desde el vegetal fresco, también del vegetal sólido entero o sin liberación del líquido. El vegetal en sus células y tejidos luego de tomar elementos minerales esenciales para su óptimo desarrollo desde el suelo y desde el agua de riego o del agua de riego adicionada de fertilizante, más el dióxido de carbono tomado desde el aire, generan la maravilla de que ese vegetal se desarrolle para brindarnos su partes y otorgándonos muchos beneficios vitales para los seres vivos animales, desde nutrientes complejos como proteínas, carbohidratos, aceites, vitaminas, así como nutrientes minerales más simples como los elementos químicos fósforo, hierro, calcio entre otros varios. Desde esta perspectiva, la medición experimental proyectada a un mes de la fracción líquida separada del conjunto vegetal en desperdicio es del orden de 20.400 litros ó 20,4 metros cúbicos. Luego, si pensamos este líquido introducido en el círculo del reciclaje al llevarlo al suelo de cultivo, de vuelta a la Pachamama, en un concepto de fertirrigación y considerando que los suelos cultivados en los valles de la provincia de Arica, Lluta, Azapa, Acha, Chaca  son aridisoles totalmente dependientes del riego durante todo el período de cultivo y ciclo anual, con escaso contenido de materia orgánica, entonces, solo considerando las cantidades mensuales la pérdida es del orden de 835 kg de materia orgánica soluble en agua, y por cierto incluyendo los significativos aspectos funcionales que contiene, por ejemplo los compuestos del tipo quelatos solubles en agua que mejoran la disponibilidad en el suelo de nutrientes como el hierro, reduciendo su deficiencia para el vegetal cultivado. Este líquido nutritivo, al compararse con un líquido ideal en concentración de nutrientes de mayor demanda para la nutrición óptima de un vegetal, llega a contener 7 veces más fósforo, 5 veces más potasio y sulfato, levemente superior en magnesio y nitrógeno, y solo la mitad del calcio ideal, además con un aporte de micronutrientes esenciales como lo son el boro, cobre, hierro, manganeso y zinc. En definitiva, pensando en la alternativa de ocupar este líquido aplicándolo al suelo de cultivo con un buen manejo, efectivamente tiene posibilidades reales de complementar la nutrición del vegetal cultivado.

Por otra parte, el residuo vegeta sólido, posee todas las cualidades generales de un alimento de composición química y nutricional compleja como recurso vital para el consumidor animal y humano, es decir contiene minerales, aceites, proteínas, fibra y carbohidratos entre otros, es decir que puede ser una masa vegetal a la que aplicando tecnología, se transforme por ejemplo en un alimento deshidratado en pellet apropiado para alimentación animal, lo que permite pasar desde una fuente proteica vegetal a una fuente proteica animal, por ejemplo, para cerdo en crecimiento que requiere un alimento típico con 4,5% de minerales, 16% de proteína y 3% de fibra, donde el residuo aportaría con 9% de minerales, 10% de proteína y 13% de fibra, con un manejo apropiado en general podría ser parte de la dieta animal. Así, la actual pérdida del recurso al tener la posibilidad de ser reciclado por la introducción al suelo del líquido vegetal, permitiría elevar la disponibilidad de nutrientes esenciales para las plantas y agregando el muy significativo valor de aumentar la estabilidad estructural, química y funcional del suelo y con ello mantener ese suelo sin agotar sus recursos o mantener su sustentabilidad. De modo semejante, un reciclado directo a la producción de otras formas de proteína a través de la alimentación animal con el residuo vegetal sólido podría además generar menores costos en la producción animal y también como efecto del reciclado se disminuiría la velocidad de procesos que permiten la formación de gases que provocan el calentamiento global y especialmente aumentando el secuestramiento de carbono.