
Combinaciones históricas de la agricultura para intentar mayor sustentabilidad del suelo cultivado con el cambio del abono guano por biocarbono de guano
Leonardo Figueroa Tagle
LEO-Scientific Advisor EIRL
Dado que el cambio climático tiene entre sus factores generadores el aumento de la concentración de dióxido de carbono atmosférico, se ha planteado el “secuestro de carbono” como una forma de minimizar la emisión de dicho “gas invernadero”. El guano de vacuno y otros es un producto que procesado se aplica como un mejorador de propiedades químicas y físicas del suelo, sin duda como una práctica agrícola muy antigua que genera efectos positivos, de hecho en Chile para la temporada del año 2005 el Sistema de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados – SIRSD del Ministerio de Agricultura en sus servicios INDAP y SAG, reincorporó esta aplicación para acceder a bonificaciones, considerando que “el guano está considerado como mejorador de las propiedades físicas del suelo y por consiguiente su efecto fertilizante es secundario en relación a los objetivos perseguidos por el SIRSD”. Por otra parte se reconoce que el suelo posee la mayor reserva de carbono orgánico de la Tierra y a la vez se estima que el 79% de estos tiene algún grado de degradación, condición que genera la posibilidad que la materia orgánica y el carbono orgánico en lo específico tienda a formar especies químicas gaseosas como el metano y dióxido de carbono según otras condiciones que favorezcan la reducción o la oxidación del carbono, con ello minimizando la humificación y generando uno u otro gas invernadero, en el fondo un carbono orgánico inestable y de una relativamente corta duración útil en el tiempo o una relativamente rápida transformación a productos que favorecen el cambio climático. La transformación del guano a biocarbono es un proceso que puede ser realizado a través del método más simple y con historia para la producción de carbón en el desarrollo de la humanidad, por cierto, que con la aplicación de tecnologías apropiadas es posible producir biocarbono con propiedades específicas adecuadas a objetivos particulares. Se destaca para el biocarbono en general una composición química cuyo principal componente elemental es el carbono orgánico enlazado entre sí, para el cual se ha demostrado una estabilidad en el tiempo que puede llegar al orden del centenar de años, y más también, con una dotación de propiedades fisicoquímicas relevantes para la sustentabilidad del suelo a partir de grupos funcionales cuyas estructuras químicas son determinantes por ejemplo, para la propiedad de regulación del pH y de la capacidad de intercambio catiónico. Así desde la simpleza de producción de biocarbono a partir de guano de vacuno generado por ganado del valle de Lluta sector Molinos en la provincia de Arica, se experimentó a nivel de laboratorio para observar el efecto de la adición de este producto sobre el cambio del pH en el suelo ácido y salino del mismo sector de actividad agropecuaria. El resultado permitió observar que, en dos suelos cultivados, desde un pH inicial ácido de 4,7 unidades, luego de adicionar al mismo suelo una proporción volumétrica de biocarbono entre el 3% y 5% se alcanza un pH de 6,6 y 7,3 unidades en uno y otro suelo, correspondiente al rango de la neutralidad. Es decir que esta forma de estabilización o secuestro de carbono en su aplicación al suelo, además de ser posible como una forma más de mitigar el cambio climático es capaz de tener una utilidad tan importante como la de regular una condición de pH ácido hacia una condición potencialmente optimizada que favorece la sustentabilidad del recurso suelo y aumentando su productividad. El caso planteado puede tener diversas miradas, sin duda la de entender que hay otras variables que son factores que inciden en las propiedades del suelo, por lo tanto, hay motivos fundados y necesarios para el desarrollo de más investigación aplicada y multidisciplinaria en esta temática. La combinación de tradiciones históricas de la agricultura, uso del guano como abono y producción de carbón vegetal, asociadas a la ciencia y tecnología pueden ser potencialmente una forma de avanzar hacia obtener el equilibrio apropiado de nuestras acciones para que la productividad y sustentabilidad del suelo se complementen con el urgente control del cambio climático.